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“La tecnología y la humanización deben ir de la mano” – Foro Gaceta Innovación en Salud

La Fundación Hospital General de la Santísima Trinidad lleva trabajando desde hace seis años en un modelo que integra la tecnología para satisfacer las necesidades de sus pacientes, residentes y profesionales

 

En su próxima presentación en el Foro de la Gaceta de Salamanca, hablará sobre la innovación en salud. ¿Cómo define la relación entre la tecnología y la humanización en el ámbito sanitario?

—La tecnología y la humanización deben ir de la mano para redefinir el futuro de la atención sanitaria. Es innegable el impacto positivo que ha tenido y sigue teniendo la tecnología en el ámbito de la salud. Entre otras cosas, posibilita el acceso a la atención sanitaria, prácticamente desde cualquier lugar, nos permite obtener un diagnóstico con más rapidez y precisión, aplicar tratamientos más eficaces y reducir la estancia hospitalaria, mejorando así la calidad de vida de los pacientes. Hemos visto también cómo facilita el trabajo al personal sanitario, haciendo que este sea más ágil y seguro. Sin embargo, solo supondrá un verdadero avance en el área de la salud si se aplica en el contexto adecuado y siempre que se siga manteniendo a la persona en el centro de toda atención.

¿Cuál es el mayor reto al que se enfrenta la sanidad en la actualidad en términos de integración tecnológica?

—Los profesionales sanitarios siempre se han caracterizado por su vocación y entrega a la persona y estas cualidades no han de ser reemplazadas por la tecnología, la cual debe ser incorporada sin perder el trato digno y respetuoso a la persona y esto, sin duda, es uno de los mayores retos de la integración tecnológica en el sector de la salud. Otro de los desafíos es la adaptación de los profesionales a estas nuevas tecnologías.

¿Qué estrategias sugiere para que el personal sanitario se adapte a las nuevas tecnologías?

—La formación continua es clave. Invertir en la capacitación del personal para que puedan adaptarse y aprovechar al máximo los beneficios de estas tecnologías, así como detectar aquellas causas o motivos que pueden generar cierto miedo o resistencia a su incorporación, para intentar paliarlos, es fundamental. No debemos olvidar que la tecnología debe complementar y no reemplazar el trabajo humano.

¿Cómo ve el futuro de la tecnología en la sanidad, especialmente en la atención a distancia?

—La salud digital es una tendencia que seguirá creciendo, facilitando el acceso a los servicios sanitarios desde cualquier lugar, ofreciendo una atención de calidad, incluso en áreas con escasez de personal especializado. Un claro ejemplo es la monitorización remota, que permite a los especialistas mantener el control y seguimiento sobre algunos parámetros médicos de sus pacientes, sin que estos tengan que acudir a consulta. En este contexto, la inteligencia artificial (IA) está evolucionando el campo de la salud digital, gestionando grandes cantidades de datos de los pacientes a través de estos dispositivos, lo que permite elaborar diagnósticos de apoyo para los especialistas y trabajar en una medicina personalizada y preventiva. Otro caso es el de la realidad virtual que ya se está utilizando, tanto en el ámbito sanitario como sociosanitario, por sus numerosos beneficios.

Ha mencionado que la realidad virtual posee numerosos beneficios, tanto en el ámbito sanitario como sociosanitario ¿Se está trabajando con esta tecnología en la Fundación?

—Sí, hace unos meses, en la Residencia de Mayores de la Fundación Hospital General de la Santísima Trinidad hemos incorporado la realidad virtual a las terapias con nuestros residentes, para promover el envejecimiento activo y saludable de nuestros mayores y favorecer su bienestar. Asimismo, estamos trabajando, en colaboración con Arsoft, en la implantación de un proyecto piloto de realidad virtual (LAIA XR), que ayudará a los cirujanos a estudiar y manipular el modelo 3D de los órganos que tienen que intervenir. De esta forma, y gracias a la dimensión tridimensional, se aumenta la precisión y la seguridad del especialista a la hora de enfrentarse a una operación, ya que el sistema le ayuda a comprender cómo son las estructuras y los tejidos de sus pacientes.

En su discurso, destaca el papel de las “soft skills”. ¿Qué cualidades cree que debe tener un profesional en enfermería?

—Cuando hablamos de las soft skills nos referimos a las habilidades personales y sociales, y generalmente están relacionadas con rasgos de la personalidad. En nuestro sector estas habilidades son cruciales. La humanización de los cuidados junto con la responsabilidad, la empatía, el compromiso o el liderazgo son cualidades imprescindibles. Asimismo, ha de tener habilidades comunicativas, capacidad resolutiva y por supuesto saber trabajar en equipo, y todo ello, teniendo siempre a la persona en el centro de la atención. Eso es algo que valoramos mucho en nuestra Institución, contar con un equipo de profesionales comprometido y alineado con nuestros valores y principios, que imponen por encima de todo el respeto a la dignidad de la persona, ofreciendo siempre un trato humano y cercano. Además, cualquier profesional de enfermería debe tener el compromiso de mejora continua, ya que en nuestro sector es imprescindible actualizar constantemente nuestros conocimientos y competencias, para ofrecer la mejor atención y garantizar en todo momento la seguridad de pacientes y profesionales.

También va a hablar sobre formación, ¿qué importancia cree que tiene la formación en el sector de la salud y en concreto en el área de enfermería?

—La formación, como parte de la mejora continua, es esencial para el crecimiento y desarrollo de los profesionales sanitarios. Si nos centramos en enfermería, debemos tener en cuenta que es una profesión en constante evolución, debido a los numerosos avances científicos y tecnológicos, por eso, mantenerse actualizado es fundamental. Esto nos permitirá mejorar nuestros conocimientos y adquirir nuevas habilidades y competencias. Para ello, en la Fundación contamos con programas de formación para todos nuestros trabajadores. Del mismo modo, colaboramos con diversas universidades y centros de formación en la preparación de los futuros profesionales.

Ha hablado sobre innovación en salud, tecnología, de la importancia de la adaptación por parte de los profesionales, pero ¿qué papel tiene el paciente en todo este proceso?

—Para garantizar el éxito de la integración de la tecnología y la humanización, el paciente tiene que ser el protagonista. Por supuesto que hay que seguir innovando para que las soluciones tecnológicas mejoren la experiencia del paciente, refuercen la atención sanitaria y favorezcan la conexión humana, pero esta transformación ha de ser gradual, facilitando la adaptación por parte del paciente.