Residencia Santísima Trinidad, un hogar para nuestros mayores
Residencia Santísima Trinidad, un hogar para nuestros mayores
Ubicada en un entorno privilegiado, formada por un equipo de profesionales que atiende las necesidades individuales de cada residente para garantizar que su estancia sea agradable
Su excelente localización, a menos de 10 minutos a pie de la Plaza Mayor, su acogedor tamaño, con capacidad para 53 residentes, sus modernas y amplias instalaciones y su ambiente familiar, hacen de la Residencia de Mayores Santísima Trinidad un hogar, caracterizado por el cuidado y el cariño con el que tratamos a nuestros mayores. Asimismo, el estar ubicada en el edificio del Hospital supone una ventaja para los residentes, ya que disponen de unas condiciones favorables en los servicios médicos y asistenciales, señala Pablo Santos, director del centro residencial.
En la Residencia, nos adaptamos en todo momento a las condiciones personales de cada residente. Nuestro propósito es mejorar la calidad de vida de los mayores, sufran o no una situación de dependencia, respetando la individualidad y singularidad de cada uno de ellos. En definitiva, procuramos que su estancia sea lo más agradable posible, teniendo en cuenta sus hábitos y costumbres, continua el director.
Al final, pretendemos que el día a día en nuestra Residencia sea lo más parecido al de cualquier persona en su propio hogar, garantizando las medidas de seguridad, prevención y protección necesarias en cada momento.
Seguir una rutina de actividades es clave para mantener el equilibrio físico y psicológico de los residentes.
Si la actividad es positiva en todas las etapas de la vida, lo es aún más para las personas mayores. No solo suponen un entretenimiento, si no que aportan una serie de beneficios: mantener las señas de identidad de cada residente, promover su motivación por seguir viviendo con ilusión y mejorar su autoestima, según explica Pablo Santos.
Los talleres de Terapia Ocupacional, las celebraciones de cumpleaños, las visitas de los familiares, etc., son ejemplos de actividades que ayudan a mantener el mencionado equilibrio físico y psicológico de nuestros mayores. A través de ellas fomentamos el sentido de pertenencia a la residencia, su hogar, contribuyendo a reducir la preocupación o inquietud que puedan aparecer en determinadas situaciones, subraya el director.
De cara a complementar estas actividades, también ofrecemos servicios que ayudan a mantener la actividad cotidiana de los residentes como son la peluquería, la podología y los servicios religiosos, concluye Pablo Santos.